La preparación comienza por conocer a qué fenómenos estamos expuestos. “Todos en el hogar deben reconocer los peligros que existen en la localidad, tales como sismos, tsunamis [si se vive cerca al mar], deslizamientos, derrumbes, huaicos, entre otros. En la medida que se reconozca o acepte esta realidad, podremos accionar mejor”, indica Lourdes Gómez, especialista de la Unidad de Estudios y Evaluación de Riesgos del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci).
Mantener la serenidad es fundamental, cualquier medida ensayada será infructuosa si se pierde la calma. “Es importante que se explique, sin crear alarma, las causas de estos sucesos. Asimismo, una de las primeras acciones debe ser designar a los miembros con mayor control emocional para dar soporte psicológico”, añade Manuel Escalante, coordinador de la Estrategia de Salud Mental del Ministerio de Salud.
Las medidas preventivas que sugiere el Indeci son reconocer las zonas de seguridad interna en el hogar, eliminar objetos que puedan obstruir las vías de evacuación; evitar tener objetos inestables que puedan caer, iluminar adecuadamente las vías de escape, mantener lista una mochila con elementos indispensables, por si hay que abandonar la vivienda.
PARA TENER EN CUENTA
No olvide a las mascotas
Practique seriamente con la familia, varias veces al año y en distintos horarios, la forma de evacuar su vivienda ante un desastre. Hacer simulacros de forma regular ayudará a que se actúe adecuadamente llegado el momento. Destine una función para cada miembro del hogar.
Incluya a sus mascotas en el plan de evacuación familiar. El veterinario Rodrigo Rondón recomienda designar a una persona para encargarse del animal y guardar cerca de la puerta sus implementos como correa, bozal y alimento.
En caso de tsunamis -recomienda Indeci- evacúe inmediatamente por las rutas de escape a las zonas altas (más de 18 m). Estas áreas generalmente están definidas por la autoridad local y se encuentran identificadas. Pueden ser usadas, para la evacuación vertical, edificaciones de al menos 6 pisos, siempre que sus condiciones estructurales lo permitan.
PUNTO DE VISTA
Distribuya funciones y roles
Un fenómeno natural impacta individual, familiar y socialmente. Puede impedir a la persona ejecutar acciones, aun cuando estas hayan sido previstas. Aparecen sentimientos de impotencia y vulnerabilidad asociadas a lo concreto (vivienda poco segura, pobreza) y a lo subjetivo (incapacidad para calmarse, bloqueo de las emociones). Se activa un sentimiento de angustia y en algunos casos este es muy intenso que desborda a la persona, impidiéndole pensar y actuar.
Distribuya funciones con anticipación en la familia y la comunidad. Por ejemplo, la persona que asuma la responsabilidad de sacar a los niños de la casa, debe ser la que pueda mantenerse calmada ante situaciones difíciles.
TESANIA VELÁZQUEZ. PSICÓLOGA COMUNITARIA DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA
Fuente elcomercioperu.com
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