Un millón y medio de personas mueren anualmente en el mundo debido a las complicaciones respiratorias y gastrointestinales que producen las cocinas a fuego abierto o tradicionales en las zonas rurales, lo que equivale al doble de decesos ocasionados por la malaria. Esas cocinas utilizan biomasa como combustible: leña, carbón o estiércol y tienen la particularidad de llenar de humo las viviendas en las que se utilizan.
El Proyecto del Milenio de la ONU pretende reducir para el 2015 a la mitad el número de personas sin acceso a combustibles modernos para cocinar, ya que, además de ser una fuente de enfermedades bronquiales especialmente en niños y ancianos, cada cocina a fuego abierto contamina el ambiente produciendo entre 5 y 7 toneladas de dióxido de carbono.
Lima fue sede la semana pasada del V Foro Mundial sobre Aire Limpio al Interior de la Vivienda, un evento que –pese a su importancia– pasó casi desapercibido en nuestro medio.
Cerca de 400 representantes de instituciones de investigación, gobiernos, empresas y ONG de 42 países se dieron cita en el Museo de la Nación y en el hotel El Pueblo para intercambiar experiencias y dar a conocer los avances de este programa mundial. El evento fue organizado por The Partnership for Clear Indoor Air (PCIA).
En la cita se mostraron las diferentes tecnologías de cocinas mejoradas certificadas y se expusieron los proyectos que resultaron exitosos y sostenibles en todo el mundo. Se hicieron pruebas en medición de humos y combustión, así como mercados para su venta y monitoreo del sistema en los diferentes países.
Uno de los temas más interesantes del foro fue el del acceso a los bonos de carbono. El proyecto peruano de Cocinas Mejoradas será el primero de ese tipo, a escala mundial, que acceda al mercado voluntario de los bonos de carbono.
¿Qué son los bonos de carbono?: uno de los tres mecanismos propuestos por el Protocolo de Kioto en 1997 para la reducción de emisiones causantes del calentamiento global, o gases de efecto invernadero.
A través de los bonos de carbono los países desarrollados pueden financiar proyectos de captura o reducción de estos gases en países en vías de desarrollo y acreditar estas reducciones como si hubiesen sido realizadas en su propio territorio. Por ejemplo, si el proyecto Cocinas Mejoradas del Perú reduce las emisiones de CO2, puede vender esta reducción a empresas en países desarrollados que están obligadas a bajar sus emisiones. Si bien el mecanismo existe desde 1997, fue recién a partir del 2002 que se iniciaron las transacciones en el mercado de carbono.
Este mercado internacional va a desembolsar más de 400 mil dólares para sostener el proyecto de Cocinas Mejoradas en el Perú, tras la certificación y validación de las primeras 24.900 cocinas de las 70 mil que ya se instalaron. El mercado mundial de bonos de carbono pagará 15 dólares por cada cocina que deje de emitir 1,1 toneladas de CO2 en el ambiente. Si el programa continúa en todo el mundo como está previsto, se espera llegar a 100 millones de cocinas limpias en el 2020.
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