En 2008 Clayton Christensen y Michael Horn hicieron una predicción provocativa: en 2019 la mitad de los cursos de la educación secundaria en Estados Unidos iba a ser virtual. El libro Disrupting Class fue una revelación polémica. Anunciaba que este proceso era inevitable, que estaba basado en el seguimiento matemático de la evolución de la educación on line y que nada podía detenerlo.
Hace pocos días se publicó la secuela de ese libro. Se titula Blended: Using Disruptive Innovation to Improve Schools. Sus autores son Michael Horn y Heather Staker. Quizás sea el libro del año para la innovación educativa, al menos en el peso que tendrá en las discusiones.
Horn, el co-autor de ambos libros, indica en 2014 que su predicción de 2008 no sólo sigue siendo acertada sino que incluso quizás fue un poco conservadora. Su predicción es que las escuelas en Estados Unidos están llegando a su punto de quiebre (tipping point), basado en tres urgentes necesidades de cambio: el deseo de personalización del aprendizaje, el deseo de ampliar el acceso a la educación y el deseo de bajar los costos de la escolarización.
Los tres caminos conducen a Blended (Híbrido): un sistema educativo que tendrá una parte presencial y otra virtual, donde los alumnos controlarán el tiempo, el lugar y el ritmo de aprendizaje.
Los autores remarcan que no confían en los modelos completamente virtuales: no funcionan en la práctica y son superados por los modelos híbridos.
El libro se ocupa de clasificar los modelos híbridos y de encontrar ejemplos concretos para cada uno de ellos, porque esa etiqueta quiere decir cosas muy distintas.
El Modelo Rotativo tiene varios tipos de formato: la rotación de estaciones, la rotación basada en laboratorios, la clase invertida y la rotación individual. Básicamente se trata de alumnos que hacen una parte de su trabajo on line, rotando en el tiempo con aquellas actividades que hacen con un docente. Por ejemplo, los alumnos van durante un período de tiempo a un laboratorio con computadoras y trabajan allí on line con videos y aplicaciones, con un tutor que facilita actividades. O ven videos en sus casas indicados por sus docentes como tarea para la siguiente clase.
Este modelo no es disruptivo. Pero un tipo específico de Modelo Rotativo sí es disruptivo. Se trata de la rotación individual. Por ejemplo, la escuela Carpe Diem, en Arizona, tiene un amplio salón con computadoras. Allí los alumnos rotan cada 35 minutos de estaciones que van desde el aprendizaje on line a ritmo individual a estaciones con software especializado y finalmente a estaciones de trabajo en equipo. Cada alumno tiene una hoja de ruta que luce completamente distinta a los agrupamientos tradicionales. Puede verse un video aquí de la experiencia.
El Modelo Flexible sigue en la descripción de los autores. En este caso la columna vertebral del aprendizaje es en escuelas físicas, pero de forma on line. Es decir que el aprendizaje pasa a estar fundamentalmente basado en interacciones individuales o grupales con entornos digitales. Puede verse un video de la San Francisco Flex Academy aquí.
El Modelo “A la carta” ofrece cursos completos on line. Es decir que pueden existir cursos que se toman en escuelas físicas y cursos que se acreditan sin asistir a la escuela. En Estados Unidos este modelo se está expandiendo rápidamente. Seis estados ya tenían en 2014 en su legislación la obligación de que todos los alumnos que quieran graduarse tenían que hacer al menos un curso on line, para incentivar masivamente este formato.
Por último, el Modelo “Virtual enriquecido”, en el cual los alumnos cursan directamente on line pero tienen la obligación de realizar sesiones de aprendizaje cara a cara con un docente cada semana. Este modelo surgió como consecuencia del fracaso de los modelos on line puros, que comenzaron a abrir sesiones de trabajo presencial con los docentes. Puede verse un video aquí de Henry County Schools.
Como se observa en el gráfico de la foto inicial, estos modelos pueden ser una continuidad de la educación tradicional con elementos virtuales o una disrupción profunda. Los autores señalan que si al visitar una sala de aprendizaje uno no encuentra dónde está el centro de la clase entonces es probable que esté visitando un ambiente disruptivo.
El resto del libro es una guía para generar modelos disruptivos híbridos de escuelas. Puede verse una muestra gratuita en el MOOC que los autores armaron con los contenidos del libro, que está colgado en la Academia Khan.
Fuente: Futuro Educativo Blog de Innovaciones Educativas exponenciales
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domingo, 1 de febrero de 2015
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