domingo, 7 de agosto de 2011
Harold Haas: Transmisión de Data a través del Bulbo de Luz
Y si cada bulbo de luz podría transmitis también de manera inalámbrica Data como imàgenes y sonido junto con la luz a través del espectro de luz visible; Harold Haas lo demuestra por primera vez;desde un bulbo de luz LED Mira el video con subtitulos AQUI
usando la luz desde un bulbo LED
Cada vez más personas quieren conectarse a internet por medio de teléfonos inteligentes. Desde que existen los ordenadores móviles planos, como el iPad, se dificulta la transmisión radioeléctrica. Se necesita pues una red complementaria a la red existente. La solución la brinda la luz. El profesor Harald Haas investiga la transmisión móvil de datos y está convencido de que puede funcionar: la luz puede transmitir datos.
En todo el mundo hay billones de estaciones base en potencia, que podrían enviar y recibir datos. Simplemente habría que reemplazar las viejas bombillas de luz por modernos diodos LED, que transmitan los datos. Esto permitiría, por un lado, un ahorro masivo de energía. Por otro lado, en la transmisión óptica de datos no hay interferencias, como sí ocurre en la transmisión inalámbrica. En ésta última pueden llegar a sobreponerse varias ondas y perturbarse entre sí.
Un control remoto transmite datos vía luz infrarroja, aunque sólo en pequeñas cantidades. "La única posibilidad de 'hacer hablar' a la luz blanca, visible es variando la intensidad de la luz", explica el electrotécnico desde su laboratorio en Edimburgo. Para ello Harald Haas hace centellear la luz. De este modo la luz transporta los datos a cuestas. El ojo no es capaz de distinguir tal centelleo.
La cabina de un avión está equipada con un sinfin de luces LED. Por medio de simulación por computadora se puede demostrar cómo se reparte la luz en la cabina. Rojo corresponde a una alta intensidad de luz. Si en la simulación se registrara un color azul oscuro no habría suficiente luz para la transmisión de datos. Con diagramas de este tipo se puede analizar cuál es la ubicación ideal para emisor y receptor dentro de la cabina.
En instituciones complejas como hospitales la mayor parte de los datos son transmitidos aún por medio de cables. Pero, al igual que en la Clínica Universitaria de Edimburgo, muchos hospitales están superados por los inmensos costos y el alto consumo de energía. La transmisión vía cable es inflexible.
El siguiente paso consiste en decodificar la luz cargada de datos. A diferencia de lo que ocurre con el ojo humano, el receptor sí debe ser capaz de reconocer las sutiles alteraciones de la señal, es decir, el centello de la luz. Entonces puede volver a convertir a éste en una corriente digital de datos.
Harald Haas debe ahora convencer a cada vez más usuarios. En la Clínica Universitaria de Edimburgo ya lo logró. En torno al tomógrafo de resonancia magnética (TRM) todavía predominan las señales radioeléctricas. Pero ya pronto serán las luces LED ubicadas en la cabecera las que enviarán las imágenes del TRM directamente al smartphone del médico. Este puede reaccionar inmediatamente, expedientes médicos pueden ser consultados de manera más segura y veloz y los pacientes pueden acceder en todo momento a la red.
"El núcleo de la investigación consiste en acondicionar los datos de modo tal que sean trasmitidos de modo infalible por la luz". Sólo así esta nueva técnica podrá ser adoptada por peluquerías, restaurantes, museos o cines. Entonces se podrían enviar horarios de apertura, trailers de cine o videos en los cuales un curador explica nuevas obras de arte directamente al teléfono móvil inteligente (smartphone).Ya no sería necesario tomar el desvío a través de internet.
Uno de los módulos está conectado por medio de un cable LAN con internet. El diodo LED envía señales acústicas al módulo receptor. Si bien ésto ya funciona, la tecnología se encuentra aún en la fase de laboratorio. Es decir, hasta el momento el diseño no juega un papel importante. Pero Haas quiere ya muy pronto producir y vender un diminuto transceiver. Este transceiver es al mismo tiempo transmitter (emisor) y receiver (receptor) y puede ser integrado a cualquier LED.
Un doctorando de Harald Haas coloca su mano en la luz, inmediatamente se interrumpe la música. Si retira su mano, se vuelve a escuchar la música. Haas piensa ahora fundar una empresa. No quiere que con su tecnología suceda lo mismo que ocurrió con el aparato de fax o el formato de datos MP3. Ambas tecnologías fueron -al igual que tantas otras- desarrolladas en Alemania, pero los laureles y las grandes ganancias se las llevaron otros.
Quien mira el mundo a través de los ojos de Harald Haas no ve más que fuentes de luz de las cuales emana información. ¡Información libre! Porque la luz es libre de licencias. Aunque estos ejemplos parezcan salidos de una película de ciencia ficción, pueden convertirse en realidad muy pronto: autos podrían advertirse mutuamente sobre accidentes y robots podrían comunicar debajo del agua por medio de la luz, lo cual mejoraría el sistema de prevención de tsunamis.
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