Miércoles 9 de Febrero del 2011 Fuente Elcomercio
Iluminados solo por las linternas de sus celulares y el brillo de las estrellas, un grupo de viajeros espera, de madrugada y en medio del bosque seco, alguna señal de la pava aliblanca. Ya han escuchado el canto de los grillos, huerequeques, trogones y otros pájaros, pero no el de esa ave que se encuentra en peligro crítico de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Don Lino Rico Parra, el guía y guardián del Bosque de Frejolillo, en Huarmaca, es el único que no pierde la fe. “Aquí vive. La he visto desde que tenía 8 años”, dice en medio del silencio. De pronto, zas, se escucha un grito ahogado y agudo a lo lejos. “Esa es la pava de pasallos”, agrega.
El Bosque Seco de Frejolillo –ubicado en Huancabamba, en Piura– es uno de los últimos refugios de la pava aliblanca. Según los últimos estudios, esta especie se encuentra en Lambayeque, Cajamarca y Piura. En esta última región se concentra el 80% de la población, lo que constituye una razón suficiente para protegerla en su hábitat, tan amenazado por la tala indiscriminada y las concesiones mineras.
HÁBITAT AMENAZADO
El caserío Limón, donde viven Rico Parra y quince familias más, está a diez minutos del Bosque Seco de Frejolillo. En el trayecto, uno puede observar, cada cinco metros, grandes cantidades de palosanto y hualtaco, que luego se transportan a los aserraderos de Lambayeque. Allí se convierten en fina madera.
Rico Parra sabe que esta actividad ilegal arrasa con el hábitat de la pava aliblanca. “Ya me he peleado con mis vecinos o con gente que viene de Chiclayo y nos trata como serranitos. Mis hijos y yo defendemos el bosque. Lamentablemente, son pocos los que nos apoyan”.
No es la única amenaza para la pava aliblanca. De acuerdo con la propuesta técnica preparada por el gobierno regional para conservar dicha área, hay derechos mineros entregados a White Rocks International SAC, Oilchem Resources y otros pequeños empresarios. La población conoce el tema y se ha opuesto a la inversión minera en esta zona.
PROPUESTA DE CONSERVACIÓN
En 2003, el Gobierno Peruano promulgó la Ley 28049 que declaraba de interés nacional la reproducción y protección de la pava aliblanca y prohibía la caza, extracción, transporte y exportación de esta especie. Al año siguiente, el Gobierno Regional de Piura empezó a trabajar una propuesta técnica para declarar los bosques secos de Salitral y Huarmaca como áreas de conservación regional.
El expediente técnico fue preparado por especialistas de la ONG Naturaleza y Cultura Internacional (NCI) y ya ha sido presentado al Ministerio del Ambiente. “El año pasado nos lo devolvieron con algunas observaciones, que ya subsanamos. Esperemos que este año se apruebe definitivamente”, comentó el biólogo Alexander More, de NCI.
Hay, sin embargo, ciertas dudas en torno al retraso en la aprobación de esta propuesta. Así lo dejó entrever el especialista en derecho ambiental Kirby Reusche, quien indicó que el problema es la superposición de derechos en la zona. “La gente de todos los pueblos aledaños al área propuesta se ha mostrado a favor de la protección del bosque. Ellos no quieren minería y esto es un serio peligro para las empresas que tienen concesiones mineras allí”, dijo.
PRECISICIONES
Más especies amenazadas
En los bosques secos existen, además, otras especies forestales amenazadas, como el palosanto, hualtaco, higuerón, faique, algarrobo y zapote.
En esta zona se ha reportado también la presencia de oso ojos de anteojos, venado gris, puma, tigrillo y especies de reptiles y anfibios.
Rico parra es el guía oficial en el sector del Bosque de Frejolillo y dice que al año recibe la visita de 60 turistas.
Tala indiscriminada:
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