La sala de operaciones del futuro ya existe. Se encuentra en Leipzig, Alemania. Gracias a su tecnología digital, las intervenciones quirúrgicas son cada vez más precisas y seguras.
En el quirófano del futuro los datos de los pacientes son mucho más que solo información. Gero Strauß, cirujano de la Clínica Universitaria de Leipzig, los utiliza para generar nuevas técnicas que no solo curan enfermedades, sino que también pueden ayudar a salvar vidas.
El Centro Internacional de referencia para el Desarrollo y la Técnica de Operación en Leipzig (IRDC por sus siglas en alemán) es el lugar de actividades del doctor Strauß. Alrededor de la mesa de operaciones se encuentran cinco monitores. Estas herramientas de trabajo interactivas apoyan la operación de un paciente con una infección de sinusitis. Sobre uno de los monitores cuelgan dos cámaras infrarrojas, que son utilizadas como una especie de navegador de un Sistema de Posicionamiento Global (GPS). El principio es el mismo que el de un GPS para automóviles. “Aunque nosotros no contamos con un satélite de ese tipo, las dos cámaras infrarrojas cumplen esa función dentro del cuerpo”, explica Strauß.
Ventajas de las tecnología
Gero Strauss, médico cirujano de la Clínica Universitaria de Leipzig.
Los mapas sobre los cuales se referencian las cámaras son en este caso tomografías de resonancia magnética o tomografías por computador. “Gracias a estos datos podemos registrar a nuestros pacientes y reconocer en qué parte del cuerpo se encuentran los instrumentos médicos durante la operación”, dice.
Las imágenes que provee una resonancia magnética o por computador son muy detalladas. En ellas se puede reconocer la estructura de los huesos, las venas o los nervios. Con esta información el cirujano puede navegar con mayor precisión entre ellos. Además, puede marcar con el click del ratón de su computadora sobre el mapa del cuerpo digital los lugares que por ningún motivo deben ser perjudicados. La imagen de Strauß se llena de pequeños puntos que señalan riesgos o datos a tener en cuenta.
Exactitud milimétrica
Un software especial vincula todas las informaciones del paciente obtenidas antes y durante la operación. “La cámara relaciona la posición del paciente y del instrumento quirúrgico. “Este sistema se llama ‘Distance Control'”, explica Strauß. Las cámaras infrarrojas calculan la posición del paciente, de sus órganos y venas, huesos y nervios con tal exactitud que el grado de error solo alcanza un cuarto de milímetro, lo que equivale al grosor de dos o tres pelos. Si Strauß ingresa en la zona de riesgo, se enciende una alarma.
El sistema también da la opción de vincular los datos de riesgo de la operación con los datos de la máquina fresadora. En caso de que el cirujano exceda el límite de perforación de un hueso la máquina se apaga automáticamente. Todos estos datos se pueden ver en uno de los cinco monitores de la sala.
Otro de los monitores muestra, por ejemplo, las imágenes del endoscopio, que en este caso es introducido por la nariz del paciente. Las imágenes se emiten en tiempo real, directamente desde el interior del cuerpo del paciente. Algunas veces las imágenes non son tan claras. Esto se debe a la estructura de algunos tejidos y a la sangre. Por eso es necesaria la técnica de navegación que enciende alarmas o indica las posiciones de los instrumentos quirúrgicos en el cuerpo. Pero las investigaciones en este sector médico no paran. En el futuro, las imágenes serán tridimensionales.
Autora: Anna-Lena Dohrmann / Cristina Mendoza Weber
Editora: Rosa Muñoz Lima
lunes, 16 de abril de 2012
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