martes, 27 de enero de 2015

La tecnología que ayuda a enseñar y aprender

La tecnología está generando importantes impactos en la educación: el libro como herramienta de aprendizaje así lo fue en su momento, de la misma manera que la tiza y la pizarra tuvieron su gran impacto en la manera en cómo los maestros enseñaban a sus alumnos.
Hoy en día los esquemas educativos también están cambiando, las soluciones tecnológicashan causado una importante revolución en la manera de aprender de los estudiantes, y por extensión la metodología de enseñanza también se va adaptando a las nuevas motivaciones e intereses.
La incorporación de las TIC en las escuelas implica concebir los procesos de enseñanza y aprendizaje desde nuevas ópticas, una situación que implica nuevos roles y habilidades para los alumnos y para los docentes: el alumnado se convierte en el constructor de su propio aprendizaje y los docentes tienen ahora la responsabilidad de guiar al alumno en este proceso.
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Fuente Tiching http://blog.tiching.com/la-tecnologia-que-ayuda-ensenar-y-aprender/
La tecnología que ayuda a enseñar y aprender from william vegazo
Las tendencias del uso de los dispositivos en los aprendizajes

domingo, 18 de enero de 2015

10 tendencias digitales para la Educaciòn 2015


Con esta entrada nos proponemos seguir innovando en la Escuela aplicando las TIC les comparto la fuente original que es una serie de reflexiones y propuestas basadas en lo que demandan los estudiantes para transformar la Educación en EE.UU
AQUI Creando contenidos en base a una situación de aprendizaje para obtener resultados claros y las evidencias que lo prueben

domingo, 11 de enero de 2015

ISTE Estándares para la formación tecnológica de estudiantes


ISTEstandards para estudiantes from william vegazo
 La Sociedad Internacional para Educación Tecnológica ISTE por sus siglas en inglés ha publicado recientemente un folleto con los estándares para la formación de los estudiantes en la escuelas que podemos considerarlas para aplicarlas a nuestro sistema educativo como pautas que pueden ser integradas al curriculum escolar.
Descarga la versión original AQUI

martes, 6 de enero de 2015

LO QUE SIEMPRE ME ALEJÓ DE “LOS ACADÉMICOS”

Vengo de una formación que siguió todos los pasos “convencionales” para mi campo: primero cursé el Profesorado para ser maestra; luego la universidad en la prestigiosa Universidad de Buenos Aires y allí mismo hice el profesorado de educación media y superior para luego cursar finalmente el Doctorado, cuya tesis nunca logro terminar porque trabajar en docencia en Argentina e intentar cumplir con ella resulta prácticamente imposible mientras intentás sobrevivir.  Por mi trayectoria, siempre mantuve un ritmo de lecturas académicas y de participación en investigación en el campo de la educación. Pero como toda mi formación la hice en paralelo al ejercicio de la docencia en instituciones educativas reales y mayormente públicas, siempre conviví con las contradicciones que provocan las explicaciones provenientes de los “expertos” con lo que sucede efectivamente en las aulas. Es decir: si bien cuento con todas las “credenciales” que requiere la academia, me siento más a gusto en la práctica pedagógica y desde allí intento generar conocimiento.
Hace casi 30 años, Marta Marucco ya nos hablaba de la escisión entre los especialistas y los maestros. En las maravillosas experiencias relatadas desde una perspectiva etnográfica por el grupo SIMA (1989/1996) -cuyo nombre no en vano quería decir “Simplemente Maestros”-, se ponía el acento en el debate, intercambio y transferencia de buenas prácticas entre docentes. Este movimiento -que reconoce sus antecedentes en los diarios de aula del maestro Luis Iglesias-, cobra fuerza en nuestro país entre los ´80 y los ´90 pero luego se diluye dando lugar al retorno de la subestimación del lugar del docente en cuanto a productor y constructor de conocimiento pedagógico. Reaparece así hacia mediados de los ´90 la vuelta del “academicismo” y “los especialistas en contenidos” dejando a un costado todo lo recorrido. En mi opinión, hasta el día de hoy esta escisión no solo se ha mantenido sino que se ha profundizado, dejando a maestros y profesores otra vez en una posición de meros ejecutores.
Decía Marta Marucco en una entrevista que le realizaron acerca de los cambios en la formación de los maestros:
“No parten de los obstáculos y los logros de la práctica en el aula; operan desde su saber conceptual acerca de nuevos enfoques didácticos, teorías del aprendizaje, modelos curriculares. Consideran que la práctica docente es un reflejo directo de la teoría y que dando a conocer nuevos enfoques automáticamente se modifica el hacer en el aula. Esto expresa el desconocimiento de la naturaleza del trabajo docente, que como toda práctica se sostiene en concepciones teóricas pero las trasciende en tanto “saber hacer”.”[1]
La práctica docente se concibe de este modo como una consecuencia de teorías y no como una praxis en donde se produce una relación de modificaciones permanente de práctica/teoría.
Como consecuencia de esta posición son los propios docentes quienes reclaman fórmulas o recetas para la acción: se instala una especie de círculo en donde se espera de los expertos algo que claramente ellos no son capaces de generar. Y así se instala una forma de actuar en la que los especialistas suelen decir cosas que a los maestros y profesores no les sirven para mejorar su trabajo en el aula.
Pero además, gran parte de la bibliografía teórica suele estar planteada más como una demostración de todo aquello que los autores saben o han leído (una especie de “vidriera autorreferencial” en la que lucen la amplitud de su propio saber) que como una fuente para ayudar a los docentes a repensar sus prácticas y mejorarlas. Existen contados textos que están destinados al público lector docente. Pareciera sobrevolar la idea de que cuanto más denso, pesado y complejo, se lo considera más académico. Y no se trata de dar “premasticados” los conceptos, aunque claramente tampoco de exhibir numerosas teorías que poco se comprenden y de difícil vinculación con la realidad del aula.
Para el mundo académico, quienes nos esforzamos por escribir pensando al docente como lector, no tenemos “la altura” que se requiere y que se pone de manifiesto citando o parafraseando por cantidades autores que se ponen entre paréntesis cada dos renglones para demostrar las múltiples lecturas que el escritor ha realizado (si se citan autores que solo publican en inglés, se obtiene un “bonus track” de academicismo).
Si vamos a analizar los posibles textos para quienes van a ser maestros o profesores y aún se encuentran en formación, el vacío es aún mayor. La distancia entre los de corte “teórico” y la realidad crea un abismo difícil de salvar. Así se les enseña más a los futuros docentes a alejarse del gusto por la lectura en temas de su campo, que el placer por ellos.
En lo personal, si bien siempre me manejé sin problemas en ambos estilos de lecturas, prefiero aquellas que piensan en el lector como alguien que busca abrir caminos. A esta altura de mi carrera profesión poco me importa no haber pertenecido a “la academia”: lo veo como una elección personal que me sostiene en el campo de los “prácticos” más que de los “teóricos”. Para quienes tenemos como meta cambiar la escuela, lo mejor es no desviar la atención de nuestro eje principal.
¿Podremos encontrar más lugares de encuentro con los “teóricos”? Tengo la impresión de que en Argentina resulta muy difícil. Lo veo mucho más instalado en otros países como España, México o Inglaterra, a donde quienes desarrollan su investigación y producción del conocimiento lo hacen sobre la base de la realidad e intentando volver a ella. No sé bien por qué aquí nos cuesta tanto aunque tengo mis hipótesis: el haber mantenido la formación de los maestros y profesores en gran parte fuera de las universidades, ha profundizado la distancia entre los mundos académico y escolar.
Será hora de volver a plantearnos cómo solucionar este problema, porque la realidad muestra que mientras no lo hagamos los docentes seguirán eligiendo propuestas formativas más ligadas a las “recetas” y muchas veces de baja calidad, ante la falta de otras que logren recuperar el sentido central de la producción de conocimiento pedagógico: el de mejorar las prácticas en educación.


Blog: Pensar en la escuela
Fuente: http://pensarlaescuela.wordpress.com/2015/01/06/lo-que-siempre-me-alejo-de-los-academicos/ podcast

lunes, 5 de enero de 2015

¡Obedece, produce, consume! Y… sobretodo no pienses

¡Obedece, produco, consume!
Las soluciones improductivas, despilfarradoras, obsoletas y sobretodo de carácter neoliberal son inadmisibles, ya que solo provocan que “la calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores.” (cta.: ‘Armes silencieuses pour guerres tranquilles.’) Y sin seguir solucionando el problema de base.
Por eso, expertos con una visión más holística y no tan individualizadora preconizan una revolución educativa, ya que no se obsesionan con los resultados, exámenes ni cualquier evaluación que mida los resultados académicos de los alumnos sino en los impulsos, motivaciones e intereses de los estudiantes, ya que defienden que son los elementos clave para el futuro y garantizan así una educación para la incertidumbre del s. XXI.
Los expertos en este tipo de educación coinciden en una misma pregunta: ¿Por qué inculcan a todos los alumnos el mismo modelo educativo? Y sobre todo ¿Por qué todos se centran en una única inteligencia? Howard Gardner, con su teoría de las inteligencias múltiples defiende una educación dinámica y personalizada y nunca, expone él mismo “jamás etiquetando a los niños. Siempre ayudando a reforzar sus inteligencias más escondidas y a estimular las más descollantes.”(Gardner, H. 2004) Sin embargo, los sistemas educativos actuales frustran, la motivación por aprender, la iniciativa propia inmiscuyendo así a todos ellos a creerse fracasados por no cumplir con las expectativas del sistema. Porque “todo niño es un artista. (…) todo niño cree ciegamente en su propio talento. La razón es que no tiene ningún miedo a equivocarse. Hasta que el sistema les va enseñando poco a poco que el error existe y que deben avergonzarse de él.”(Robinson, K. 2004)
En definitiva, éstos son los problemas y éstas son las pautas para solucionarlos. Dejemos de crear a un “homo economicus” para crear a personas enamoradas con su actividad, con ilusión por aprender y sobre todo con los valores y pautas que necesita la modernidad venidera. Éstas son unos consejos que Gardner dio, en su momento, a la ministra de educación de 2004 y que podía aplicarse al actual ministro Wert. “Primero: que todos los niños empiecen a aprender con la misma edad (…). Segundo: entusiasmen a los niños con la idea de aprender. Tercero: que puedan continuar aprendiendo fuera de la escuela.”(Gardner, H. 2004)
Quizá a modo de reflexión Pitágoras ya lo advertía en su época y puede aplicarse perfectamente ahora y no sonaría altisonantemente cuando decía: “educa a los niños y no será necesario castigar a los hombres.” Para exponer que quizá los errores del pasado son las consecuencias del futuro.

La crisis del capital parece que mengua aunque en realidad no puede aumentar más, parece que empieza a construir lo derruido pero lo cierto es que ha acabado con todo. En términos fácticos, los recortes en educación han llegado a la trastienda, han irritado a los estudiantes y es inadmisible. Aunque para más inri no construyen lo derruido sino que crean lo inconstruible, es decir, la L.O.M.C.E. Señores ésta es la realidad española tras la última huelga estudiantil sobre la nueva educación elitista impuesta a golpe de mayoría absoluta.
¡Obedece, produco, consume! Y… sobretodo no pienses
  Pero además de estar en pie de guerra, paralelamente, se cierne otro gran debate que incluso resta importancia a la política educativa. ¿Los sistemas educativos actuales, ya no solo en España sino en el resto del mundo, son coherentes con la modernidad del s. XXI? Todo apunta que no. Para analizar por qué no, responderemos otras preguntas más básicas aun. ¿Qué es la educación?, ¿Cuál es el fin?, ¿Con qué objetivos? “Es un sistema social cuya función es transformar personas cooperando con otros sistemas, principalmente a través de las carreras profesionales.” (Pérez- Agote, 2010) “Nuestro sistema educativos fue concebido para satisfacer las necesidades de la industrialización: talento para ser mano de obra disciplinada con preparación técnica y jerarquizada en distintos grados y funcionarios para satisfacer al Estado Moderno” (Robinson, K. 2010) explica el fin y para finalmente decir que “nos educan para ser productores y consumidores no para ser hombres libres.” (Sampedro, J.L. 2011)
Aquí es donde radica el fracaso en los sistemas educativos actuales. Las nueve reformas educativas en España son “el producto de una imperfecta relación entre educación y cambio social,” (Pérez- Agote, 2010) es decir, arrastramos la altisonancia entre una educación obsoleta fruto de la Revolución Industrial y la modernidad y valores propios del s. XXI. Y no solo eso, seguimos uniformando los modelos a nivel Europeo como Boloña. Seguimos midiéndolos con los informes PISA de la OCDE que “lleva a los países a imponer un pensamiento único que educa a los niños para conformarse con ser parte mediocre de las masas sin empleo.” (Hecht, Y. 2014) Y objetivamente es así, nos hacen creer que la formación es la clave del futuro pero la realidad esconde paro, frustración y desmotivación por no poder ver recompensado tu esfuerzo en forma de trabajo estable y digno en condiciones laborables, ya que pocos son los que perciben el fracaso en los sistemas productivos españoles incapaces de absorber toda la gente cualificada, que el mismo Estado produce, debido a la incompetencia de sus recursos.
Los procesos de transformación educativa son visibles en muchos rasgos, y todo son concordantes con los valores intrínsecos de cada sociedad. Personalmente, puedo constatar someramente algunos de éstos, ya que he estudiado con 3 reformas educativas y con gran espacio de tiempo en una de ellas. Mi primera etapa de Primaria el tipo de enseñanza que se impartía y recibíamos era basada en “la fila, la repetición, la paciencia o el aburrimiento (…) en masa adoptando, el conformismo como forma de vida” con el fin de mejorar “la fragmentación del tiempo, la instauración de la disciplina como método pedagógico y la clasificación de los alumnos en niveles” (Pérez- Agote, 2010) pero todo ello con clases pasivas y con un claro autoritarismo del docente. Pero esto no es casual, sino es un reflejo de la sociedad de los años noventa, bastante patriarcal, industrializadora y con fuerte influencia cristiana. En este caso la escuela “se centra en lo que yo era malo para convertirme en otro mediocre y no en lo que yo era bueno para mejorarlo.” (Hecht, Y. 2014) Finalmente en mi última etapa, el bachillerato, se puede percibir un cambio drástico, y de esto, ya han pasado más diez años. Ya no solamente a nivel educativo sino sociológicamente también. La era de Internet, de las comunicaciones y en general de la tecnología forman parte de nuestras vidas, y todos estos cambios que nos han dado tanto pero a la vez nos han quitado lo más básico, la intimidad, han provocado unos roles en la sociedad que hacen que la educación se tenga que replantear.
Las modas atrevidas, los ideales vulgares creados por la publicidad; la pasividad crítica, la manipulación mediática impuesta por los medios de comunicación; la sustitución del esfuerzo por la inmediatez, de lo lento a lo fugaz causado principalmente por la 3ª Revolución Tecnológica, Internet; la solidez de los valores por la liquidad de las promesas expuesta por la teoría de Bauman. Todo esto y mucho más entran en contradicción con los sistemas educativos actuales que persiguen los valores tradicionales, generando una contradicción en el eje escuela-familia y la sociedad del consumo que provoca un desequilibrio en los procesos de aprendizaje de los estudiantes causándoles en cierta medida un mal menor que ocasiona desorientación en sus valores.

BIBLIOGRAFÍA
“Armes silencieuses pour guerres tranquilles.” Publié en annexe du livre “Behold a pale horse” de William Cooper, Light Technology Publishing, 1991
gardner, H. (2004). «La contra». La Vanguardia, 17 de mayo de 2004.
hecht, Y. (2004). «La contra». La Vanguardia, 3 de febrero de 2014.
pérez- agote J.M. (2010). “Los retos del proceso de socialización en los sistemas educativos de la sociedad modernas avanzadas”. Política y Sociedad. Vol. 47, nº 2. pp. 27-45. Disponible en:
robinson, K. (2010). «La Contra». La Vanguardia, 3 de noviembre de 2010.
sampedro, J.L. José Luis Sampedro: “Europa está hundida ya, y con ella el sistema capitalista”. Movimiento 15-M. Cadena Ser [En línea]. 8 de octubre de 2011. [Consulta: 3 de marzo de 2014] Disponible en:
Fuente AQUI

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sábado, 3 de enero de 2015

ECI 2015v TAC para desarrollar la competencia de la Comprensión de la Información


El 2015 lo iniciamos con una ponencia seleccionada para el Encuentro Científico Internacional ECI 2015v en la que presentamos en el Auditorio Sebastian Barranca de la Universidad Ricardo Palma, la presentación es: "Tecnologìas del aprendizaje y el conocimiento"

TAC para desarrollar la capacidad de la comprensión de la información en CTA from william vegazo

Nos ha permitido aplicar de nuevo una serie de recursos y herramientas de la web 2.0 para que nuestros estudiantes elaboren sus propias presentaciones utilizando las XO OLPC de manera participativa y colaborativa, dichas presentaciones subidas a diferentes portales tales como Prezi, Powtoon o Slideshare han sido compartidas a través de las redes sociales.