lunes, 12 de noviembre de 2012
¿Cómo evitar la trampa en los exámenes en línea?
Las universidades han adoptado los cursos en línea como el "siguiente gran paso" en la educación superior, especialmente en EE.UU., donde millones de estudiantes se han inscrito en cursos de los más prestigiosos centros educativos.
Con los precios en ascenso y los préstamos para estudiantes bordeando la barrera del billón de dólares este año, los cursos en línea se han convertido en una manera efectiva de llegar a mucha más gente con menos recursos para financiar su educación.
Sin embargo, los mecanismos para evaluar esos cursos digitales se han convertido en un punto crucial de discusión.
¿Cómo saber si los estudiantes están o no haciendo trampa cuando están en su casa? ¿Cómo identificar a la persona que está respondiendo las preguntas?
Para que los cursos en línea se valoricen, es fundamental generar un sistema de evaluación confiable y, sin duda, una manera de lograrlo es previniendo cualquier forma de fraude.
Exámenes en casaLa Universidad Abierta en Inglaterra ha sido pionera en la educación a distancia.
"Es una preocupación común en la industria. ¿Cómo saber que el individuo que está haciendo el examen es la persona correcta?", pregunta Peter Taylor, miembro de la junta académica de la Universidad Abierta, consultado por la BBC.
"Estamos explorando si podemos efectuar los exámenes en línea para que los estudiantes no se vean obligados a asistir a la universidad, sino que puedan estar sentados frente a un computador cuando el examen esté disponible en un momento determinado", dice el profesor Taylor.
"Sus computadores estarían bloqueados para usar otros materiales. Con una cámara web apropiada, se podría contar con un efectivo mecanismo de vigilancia".
Identidad digital
Aún sigue abierta la pregunta de cómo saber quién está respondiendo el examen.
"Hay varias maneras de identificar a la persona", explica Taylor. "Uno de los sistemas que hemos tenido en cuenta consiste en pedir al estudiante que digite una frase en particular, ya que el tiempo en el que las personas teclean es efectivamente una característica individual".
"Son algunas de las ideas que tenemos en el horizonte", afirma Taylor, quien espera que la tecnología se desarrolle durante los próximos cinco años y aclara, además, que no hay ninguna razón para asumir que los estudiantes harán trampa en sus exámenes digitales.
EdX, un proyecto universitario en línea del MIT (Instituto Tecnológico de Massachussets) y la Universidad de Harvard, creado a principios de este año, se inclina en cambio a hacer los exámenes dentro de un salón de clases.
Los estudiantes que tomen cursos del edX tendrán la opción de hacer las evaluaciones finales en centros internacionales dotados con la tecnología de Pearson Vue, un servicio mundial de seguridad en exámenes por computador.
"Este es un paso muy importante", dice Anant Agarwal, presidente de edX, "porque existe la preocupación de que los estudiantes no tengan manera de mostrar que ellos mismos respondieron los exámenes cuando aplican a un trabajo o a otro nivel de educación".
Con suficientes preguntas generadas al azar, señala, se podría medir el trabajo de miles de estudiantes en diferentes lugares del mundo.
Los estudiantes realmente valoran las correcciones y devolución inmediatas de la evaluación en línea, opina.
Las lecciones de la vieja escuela parecen muy anticuados en comparación con las nuevas clases multimedia e interactivas.
Pero el volumen de exámenes depende de la calificación automática, y esto define la cantidad y variedad de temas y preguntas que pueden ser examinadas.
Un computador no puede calificar, por ejemplo, la ironía de un ensayo.
Calificación a escala industrial
Es el gran reto de Coursera, uno de los más grandes proveedores de educación en línea, desarrollado por académicos de Stanford y respaldado por inversionistas de Silicon Valley.
Ha atraído estudiantes a una velocidad inesperada: más de 1,6 millones de personas se han inscrito para el primer año, accediendo a cursos de más de 30 de las principales universidades.
La sección internacional de la Universidad de Londres registró el mes pasado 9.000 inscripciones en menos de 24 horas.
Pero, ¿cómo se puede calificar de manera confiable esa cantidad de estudiantes?
La cofundadora de Coursera, Daphne Koller, expresa que "parte del proceso de aprendizaje" consiste en encontrar una manera de evaluar tal cantidad de estudiantes.
Cree que la calificación automática puede generar una medida o una nivelación pero que los estudiantes quieren, en realidad, obtener análisis de seres humanos, y no hay tecnología capaz de juzgar si un ensayo realmente tiene relación con una pregunta.
El profesor Taylor, de la Universidad Abierta, indica que sus propios experimentos han demostrado que cualquier programa de respuestas libres requiere una gran cantidad de intervención humana.
"Las conclusiones sobre la calidad de un trabajo son determinadas por académicos, es necesario que haya un cerebro humano involucrado en alguna parte", agrega.
Coursera ha experimentado evaluación de pares, en la cual los estudiantes se califican entre ellos, guiados por los lineamientos definidos por un profesor.
Esto permite que la capacidad de calificar aumente al mismo ritmo del tamaño de la clase, pero depende de la confiabilidad de los estudiantes.
Matin Bean, vicepresidente de la Universidad Abierta, dice: "No hay duda de que este es el 'momento web' para la educación superior y que se está librando una batalla por aumentar el número de estudiantes de cursos globales digitales, lo cual generará un muy rápido crecimiento de la población estudiantil en línea".
"Aunque es una batalla entre marcas y proveedores de educación en línea y su habilidad de mercadeo, también será crucial la calidad de la enseñanza y la credibilidad".
Fuente BBC
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